(Porque la templanza es fragil, también se rompe)
viernes, 6 de julio de 2007
Reino aparte
(Porque la templanza es fragil, también se rompe)
miércoles, 4 de julio de 2007
sueño de una venganza
burla apuñala mi cabeza, frío e hiriente la risotada. Una
lluvia torrente anuncia tu llegada, que esconderá tu mente
¿ venganza?, tal vez el fin de un magnífico plan tuyo o la
delgada línea de la desesperanza.
Soñe pájaros que rodeaban mi cabeza una mañana, ahora sueño
bandadas de aves negras que salen por tu ventana y arruinan
mis días de primavera. También vi a un niño pasar triste y
una vez más se abrió aquella puerta que que se cerró una madrugada,
en una ciudad distante, donde las luces muy temprano se apagan.
También soñé que del mar hijo era, que expulsaba espuma
como una ballena y que un barco fantasma venia en nombre de falso amigo,
me abrazaba y luego hundía la daga, maldita tu palabra, maldita tu mentira y tu cara
, que engaña como a desesperado lobo en noche de luna llena.
Camina por mi lado y no digas nada que si palabra alguna pronuncias
serán arañas las que de tu boca salgan.
**********(porque las primaveras también acaban)***************
martes, 3 de julio de 2007
Amor de madrugada.
(Continuacion de algo abandonado en memoria del poeta dominicano muerto).
lunes, 2 de julio de 2007
cuadros de altura
¿Se puede sentir mas soledad que estar enclaustrados
en si mismo?
Si, 3500 SNM. ¿Será suficiente?
Se entenderá a Ciro Alegría cuando habla de la soledad más grande del mundo.
Pasto entre el pasto, roca sobre roca
y una que otra ave buscando alguna lagartija.
El polvo confundiéndose con la caspa de tus cabellos.
El aire enrarecido, como tanto ciudadano nada digno de por aquí.
Una que otra oveja pastándose a si mismo.
Los campesinos acostados en la grama mismos animales a su libre albedrío.
Que arruga la de estas quebradas, me hunde entre sus cejas,
haciéndome más pequeño aun, hasta lo imposible.
Tierra, de la tierra eres, no eres del cemento, ni del acero.
Eres del gusano y de la flor, no del cigarrillo y el alcohol.
Puna triste, puna agreste, ¿por qué lloras? Y me haces tan feliz.
Solo tus espaldas saben cuanto sufrimiento guardas,
la sombra del indio romo enfría mi sudor y tu sol soberano hace venganza al color de mi piel.