sábado, 25 de agosto de 2007

El pecado de olvidar lo que somos.


Poderosa tierra madre, no sé cual será tu voluntad, no podría replicarte nada, que tu en réplicas ganas siempre. Y mis hermanos lo saben. Mira hoy sus llagas, sangran y hacen llorar, pero madre eterna, no te enfades si te pregunto ¿por qué? porqué de esa manera. Es vano preguntarte, lo sé. Hay ciencia también lo sé, el mundo avanza de todas maneras. Por un momento parece que la humanidad se repliega. Que no te mientan querido sur, no creas lo que se te acerca, desconfía de quien te tiende la mano traidora. Poderosa madre tierra hoy no tengo poesía para escribir, mi alma esta en pena. ¿Pero bastará sufrirlo, o será menester ser reaccionario? Será corto lo que escriba porque no hay nada más que decir por ahora. Bastara con decir que nunca olvidemos lo que ocurre en nuestra historia, nunca olvidemos 1879, menos aún agosto de 2007.